jueves, 13 de diciembre de 2012

De bueyes, mulas, reyes andaluces y otros rumores...



Hace muuuucho tiempo que no me animaba a escribir en mi blog, pero desde hace unos días le vengo dando vueltas al temita de la mula, el buey y los Reyes Magos andaluces, y me apetecía contar lo que había leído del tema y las conclusiones, por si a alguien le sirve para aclararse un poco. Ahí va:
 
Cuando salió la famosa noticia de que el Papa “había expulsado” al buey y la mula del Portal de Belén, lo primero que hice fue ir a buscar mi Biblia y ver qué decían Lucas y Mateo, los únicos que recogen algo de la infancia de Jesús.

Me sonaba que en los Evangelios (Lc,2 y Mt,2) no había nada sobre estos animalillos, y, además, no me creía en absoluto lo que decían los medios de comunicación que supuestamente había afirmado Benedicto XVI en su libro. Efectivamente, el Papa no había podido eliminar lo que nunca había estado en los textos, algo que después contrasté en algún artículo de publicaciones religiosas en internet, donde se recogían sus verdaderas palabras.

No suelo identificarme con las corrientes más conservadoras de la Iglesia Católica, pero ya hace tiempo que pongo en duda todo lo que los medios de comunicación (que conste que soy periodista y por eso me duele doblemente) dicen de cualquier cosa que lleve el apellido católico. Parece que interesa entresacar palabras de los discursos (y eso que es verdad que algunos discursos tienen miga), aunque se pierda su sentido, y, aprovechando que la opinión pública actual vive de los comentarios o de pseudo informaciones de 140 caracteres, sembrar la discordia contra la Iglesia y destruir aún más su maltrecha imagen pública.

Las tertulias de bares (o de Facebook) no tenían desperdicio: que si ERE en el Portal; que cómo iba el Papa a cambiar la historia del nacimiento; que si con lo mal que está la cosa, de lo que habla el Papa (siempre piden que la Iglesia hable de sus cosas, y para una vez que se habla de teología, tampoco están contentos)…Y lo peor es que, muchos de los que murmuraban eran católicos, e incluso gente de Iglesia.

Después ha venido lo de los Reyes Magos, que me cogió algo más despistado. Según los medios y los corrillos, resulta que, según el Papa, los Reyes eran andaluces. Ahí tenía claro que no iba a encontrar la respuesta en los Evangelios, que sólo hablan de unos Magos que venían de Oriente (Mt,2). Ni Reyes, ni número, ni nombres.

Aunque con el precedente del falso ERE del Belén, ya no me creía nada, pensaba que igual el Papa había formulado una teoría, analizando textos de la tradición o los Evangelios Apócrifos. Así que me puse a buscar la fuente original. ¿Qué había dicho exactamente Benedicto XVI sobre los Magos?

Un poquito de Google, y respuesta encontrada. El Papa no había dicho nada de eso, simplemente hacía una recopilación de textos del Antiguo Testamento que habían profetizado la adoración de los Magos, y que, desde un análisis teológico, nos hablaban de cómo la Humanidad entera adoraría al Mesías.

«Así como la tradición de la Iglesia ha leído con toda naturalidad el relato de la Navidad sobre el trasfondo de Isaías 1,3, y de este modo llegaron al pesebre el buey y el asno, así también ha leído la historia de los Magos a la luz del Salmo 72,10 e Isaías 60. Y, de esta manera, los hombres sabios de Oriente se han convertido en reyes, y con ellos han entrado en el pesebre los camellos y los dromedarios», relata Benedicto XVI y continúa: «La promesa contenida en estos textos extiende la proveniencia de estos hombres hasta el extremo Occidente (Tarsis, Tartessos en España), pero la tradición ha desarrollado ulteriormente este anuncio de la universalidad de los reinos de aquellos soberanos, interpretándolos como reyes de los tres continentes entonces conocidos: África, Asia y Europa».

¿Y qué dicen el Salmo e Isaías?
El Salmo habla de que “Los reyes de Tarsis y de las islas le pagarán tributo; los reyes de Arabia y de Etiopía le harán llegar sus cuotas. Ante él se postrarán todos los reyes, y le servirán todas las naciones”.

Y el profeta nos habla de que “los pueblos se dirigen hacia tu luz y los reyes, al resplandor de tu aurora. 4 Levanta los ojos a tu alrededor y contempla: todos se reúnen y vienen a ti; tus hijos llegan de lejos y tus hijas son traídas en brazos. 5 Tú entonces, al verlo, te pondrás radiante, palpitará tu corazón muy emocionado; traerán a ti tesoros del otro lado del mar y llegarán a ti las riquezas de las naciones. 6 Te inundará una multitud de camellos: llegarán los de Madián y Efá. Los de Sabá vendrán todos trayendo oro e incienso, y proclamando las alabanzas de Yavé. 7 Todos los rebaños de Cedar se reunirán junto a ti, y los carneros de Nebayot serán tuyos para ser ofrecidos en mi altar, pues quiero dar esplendor al templo de mi Gloria. 8 Oh, ¿quiénes son ésos, una nube de palomas que vuelan a su palomar? 9 Pero si las islas ahora creen en mí! mira cómo los barcos de Tarsis acuden, trayendo de lejos a tus hijos, con su plata y su oro, a causa del Nombre de Yavé, tu Dios, del Santo de Israel que te ha glorificado. 10 Los extranjeros reedificarán tus muros y sus reyes te pagarán los gastos. Pues si bien cuando estuve enojado te pegué, llevado por mi buen corazón, me compadecí de ti. 11 Tus puertas estarán siempre abiertas, no se cerrarán ni de día ni de noche, para recibir las riquezas de las naciones que te traerán sus mismos reyes”.

Es decir, que los Reyes, los más importantes, de toda la tierra, se sentirían llamados por la Gloria de Dios, y adorarían al Señor con sus mejores riquezas. Habla de Tarsis (Tartessos, que la historia sitúa en Andalucía), pero también de Arabia, Etiopía y varias zonas de Oriente Próximo. De ahí a decir que los Reyes Magos eran andaluces, va un trecho, tanto como la distancia entre la realidad de lo que pone en el libro del Papa y lo que han contado otros (y lo que después han contado esos otros a otros que también lo han ido contando, al más puro estilo del juego del teléfono).

Un consejo (petición expresa para todo el que se sienta cristiano). No se crean todo lo que les cuentan (aunque lo digan en la tele o en Internet…). Acudan a la Biblia, contrasten lo que se dice con escritos teológicos. Infórmense. Y, por favor, no extiendan los rumores infundados.

Fuentes: 

viernes, 30 de marzo de 2012

Quien guarde mi palabra no conocerá lo que es morir para siempre

Un ratito de Evangelio. 5º jueves de Cuaresma

Evangelio: Juan 8,51-59

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: "Os aseguro: quien guarda mi palabra no sabrá lo que es morir para siempre." Los judíos le dijeron: "Ahora vemos claro que estás endemoniado; Abrahán murió, los profetas también, ¿y tú dices: "Quien guarde mi palabra no conocerá lo que es morir para siempre"? ¿Eres tú más que nuestro padre Abrahán, que murió? También los profetas murieron, ¿por quién te tienes?"

Jesús contestó: "Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. El que me glorifica es mi Padre, de quien vosotros decís: "Es nuestro Dios", aunque no lo conocéis. Yo sí lo conozco, y si dijera: "No lo conozco" sería, como vosotros, un embustero; pero yo lo conozco y guardo su palabra. Abrahán, vuestro padre, saltaba de gozo pensando ver mi día; lo vio, y se llenó de alegría." Los judíos le dijeron: "No tienes todavía cincuenta años, ¿y has visto a Abrahán?" Jesús les dijo: "Os aseguro que antes que naciera Abrahán, existo yo." Entonces cogieron piedras para tirárselas, pero Jesús se escondió y salió del templo.

REFLEXIÓN

Nuestro Padre es un Dios de la Historia, que se ha ido manifestando a la humanidad en inifinidad de momentos y de maneras. Así ha ido revelándose, descubriéndonos poco a poco sus misterios y su mensaje de Amor.

El Dios en el que creemos es el mismo que hace una promesa de felicidad y eternidad para su estirpe a Abraham, y es el de Moisés, y el que elige a los discípulos, y el que se manifiesta en los evangelios y las epístolas; y también es el Dios de los santos y beatos que ha habido en la historia, y el de la Madre Teresa, y el de todas esas personas anónimas que se entregan día a día, y que han tenido experiencias de encuentro con el Padre.

Eso es parte de la discusión que tiene aquí Jesús, que manifiesta que con Él se cumplen muchas de las promesas que Dios ha ido haciendo a lo largo de la historia, desde Abraham, y en la que los hombres hemos ido creyendo. Creemos en lo que los que han tenido experiencias de Dios nos dicen, pero no creemos al mismo Dios cuando lo tenemos delante. Nos falta fe y confianza para poder disfrutar de las experiencias de revelación que el Dios de la historia nos ofrece a cada uno de nosotros.

Si Dios se quita los velos (de ahí re-velación), por qué nos lo vamos a poner nosotros en los ojos. Abrámonos al Dios del Amor que se nos presenta ante nosotros, en infinidad de momentos y maneras, y nos ofrece la felicidad y la vida eterna, porque "Tú, mi Señor, Tú vives en mí".

miércoles, 28 de marzo de 2012

"Si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres"

Un ratito de Evangelio: Quinto miércoles de Cuaresma

Evangelio: Juan 8,31-42

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos que habían creído en él: "Si os mantenéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres." Le replicaron: "Somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: "Seréis libres"?" Jesús les contestó: "Os aseguro que quien comete pecado es esclavo. El esclavo no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre. Y si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres. Ya sé que sois linaje de Abrahán; sin embargo, tratáis de matarme, porque no dais cabida a mis palabras. Yo hablo de lo que he visto junto a mi Padre, pero vosotros hacéis lo que le habéis oído a vuestro padre."

Ellos replicaron: "Nuestro padre es Abrahán." Jesús les dijo: "Si fuerais hijos de Abrahán, haríais lo que hizo Abrahán. Sin embargo, tratáis de matarme a mí, que os he hablado de la verdad que le escuché a Dios, y eso no lo hizo Abrahán. Vosotros hacéis lo que hace vuestro padre." Le replicaron: "Nosotros no somos hijos de prostitutas; tenemos un solo padre: Dios." Jesús les contestó: "Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais, porque yo salí de Dios, y aquí estoy. Pues no he venido por mi cuenta, sino que él me envió."

REFLEXIÓN

El mayor deseo de Dios es que los hombres y mujeres seamos felices. Y para eso tenemos que ser libres. ¿Pero libres de qué si aquí está abolida la esclavitud, si nosotros somos nuestros dueños? (es lo mismo que le preguntan a Jesús en el evangelio) Quizá no somos conscientes (o no queremos serlo) de que hay muchas cosas que nos esclavizan, que nos impiden ser nosotros mismos, que nos hacen estar siempre más pendiente de lo que no tenemos que de la vida que nos ha tocado, que nos impiden entregarnos al otro, que nos impiden reconocer a Dios en las cosas sencillas... Para revelarnos eso, para cortar nuestras cadenas desde el AMOR, vino Jesús.

Por eso, quien se deja liberar, y es fiel a la Verdad (que es Jesús), siente siempre la alegría de vivir.

"Cuando levantéis al Hijo del hombre, sabréis que yo soy"


Un ratito de Evangelio: Quinto martes de Cuaresma

Tras unos días con dificultades para pararme delante del ordenador, recuperamos hoy estos ratitos de Evangelio.

Evangelio: Juan 8,21-30

En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: "Yo me voy y me buscaréis, y moriréis por vuestro pecado. Donde yo voy no podéis venir vosotros." Y los judíos comentaban: "¿Será que va a suicidarse, y por eso dice: "Donde yo voy no podéis venir vosotros"?" Y él continuaba: "Vosotros sois de aquí abajo, yo soy de allá arriba: vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Con razón os he dicho que moriréis por vuestros pecados: pues, si no creéis que yo soy, moriréis por vuestros pecados."

Ellos le decían: "¿Quién eres tú?" Jesús les contestó: "Ante todo, eso mismo que os estoy diciendo. Podría decir y condenar muchas cosas en vosotros; pero el que me envió es veraz, y yo comunico al mundo lo que he aprendido de él." Ellos no comprendieron que les hablaba del Padre. Y entonces dijo Jesús: "Cuando levantéis al Hijo del hombre, sabréis que yo soy, y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo como el Padre me ha enseñado. El que me envió está conmigo, no me ha dejado solo; porque yo hago siempre lo que le agrada." Cuando les exponía esto, muchos creyeron en él.

REFLEXIÓN

Al pensar en la frase "Cuando levantéis al Hijo del hombre, sabréis que yo soy" me he acordado de la canción "Nadie te ama como yo", de Martín Valverde, que en uno de sus versos, de boca de Jesús, nos dice que miremos la cruz porque "es mi más grande prueba". Es en la manifestación de Amor de Dios, a través de su hijo, donde nuestra fe se refuerza y se disipan nuestras dudas, y es en las manifestaciones de amor cotidianas, en los encuentros con el prójimo, donde muchas personas encuentran la presencia de Dios.

En la Semana Santa, llegará un momento en que elevaremos al Jesús crucificado. En apariencia, es la humillación y derrota de un hombre, pero en realidad es la manifestación de un Dios que nos ama hasta el extremo.


"Nadie te ama como yo" (Martín Valverde)
Cuánto he esperado este momento,
cuánto he esperado que estuvieras así.
Cuánto he esperado que me hablaras,
cuánto he esperado que vinieras a mi.
Yo sé bien lo que has vivido, yo se bien
porqué has llorado; yo se bien lo que
has sufrido pues de tu lado no me he ido.
Pues nadie te ama como yo,
pues nadie te ama como yo;
mira a la cruz,
esa es mi más grande prueba.
Nadie te ama como yo.
Pues nadie te ama como yo,
pues nadie te ama como yo;
mira a la cruz, fue por ti,
fue porque te amo.
Nadie te ama como yo.
Yo se bien lo que me dices
aunque a veces no me hables;
yo se bien lo que en ti sientes
aunque nunca lo compartes.
Yo a tu lado he caminado,
junto a ti yo siempre he ido;
aún a veces te he cargado.
Yo he sido tu mejor amigo.

viernes, 23 de marzo de 2012

No busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió

Un ratito de Evangelio. Miércoles y jueves de la Cuarta semana de Cuaresma

Ayer no nos dio tiempo a publicar este ratito de Evangelio, y ya que forman parte de una secuencia, los unimos y los reflexionamos juntos.

Evangelio: Juan 5,17-30
"Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiere"

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: "Mi Padre sigue actuando, y yo también actúo." Por eso los judíos tenían más ganas de matarlo: porque no sólo abolía el sábado, sino también llamaba a Dios Padre suyo, haciéndose igual a Dios. Jesús tomó la palabra y les dijo: "Os lo aseguro: El Hijo no puede hacer por su cuenta nada que no vea hacer al Padre. Lo que hace éste, eso mismo hace también el Hijo, pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que él hace, y le mostrará obras mayores que ésta, para vuestro asombro.

Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiere. Porque el Padre no juzga a nadie, sino que ha confiado al Hijo el juicio de todos, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo envió. Os lo aseguro: Quien escucha mi palabra y cree al que me envió posee la vida eterna y no se le llamará a juicio, porque ha pasado ya de la muerte a la vida. Os aseguro que llega la hora, y ya está aquí, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que hayan oído vivirán. Porque, igual que el Padre dispone de la vida, así ha dado también al Hijo el disponer de la vida. Y le ha dado potestad de juzgar, porque es el Hijo del hombre. No os sorprenda, porque viene la hora en que los que están en el sepulcro oirán su voz: los que hayan hecho el bien saldrán a una resurrección de vida; los que hayan hecho el mal, a una resurrección de juicio. Yo no puedo hacer nada por mí mismo; según le oigo, juzgo, y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.

Evangelio: Juan 5,31-47
"Hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza"


En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: "Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es válido. Hay otro que da testimonio de mí, y sé que es válido el testimonio que da de mí. Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que vosotros os salvéis. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz. Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido realizar; esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado. Y el Padre que me envió, él mismo ha dado testimonio de mí. Nunca habéis escuchado su voz, ni visto su semblante, y su palabra no habita en vosotros, porque al que él envió no le creéis.

Estudiáis las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando testimonio de mí, ¡y no queréis venir a mí para tener vida! No recibo gloria de los hombres; además, os conozco y sé que el amor de Dios no está en vosotros. Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibisteis; si otro viene en nombre propio, a ése sí lo recibiréis. ¿Cómo podréis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros y no buscáis la gloria que viene del único Dios? No penséis que yo os voy a acusar ante el Padre, hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. Si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero, si no dais fe a sus escritos, ¿cómo daréis fe a mis palabras?"

REFLEXIÓN

Jesús intenta explicar a la gente de su tiempo que hablaba en nombre de Dios, porque era Dios mismo. Pero quien no quiere descubrir a Dios, cierra los ojos ante sus enviados, ante los que van anunciando el Reino de Dios.

Jesús era imagen de Dios, porque era el Dios encarnado, pero en realidad todos somos imagen de Dios, porque somos sus hijos, y como tales, en nosotros deben ver su mensaje y su camino. Eso hará que muchos cierren los ojos ante nosotros, porque no quieren conocer la verdad y la vida.

¿Eres tú imagen de Dios?

SOY IMAGEN DE DIOS
Gen 1,27-28
A imagen de Dios nací, semejante a su vida y su ternura,
para ser Dios-entre-los-hombresaunque yo sienta en mí: esto es locura.
Imagen de Dios soy, semejante a Dios nací.
Por no sentirme humilde ante mí en aquello que de Dios llevo en mi alma,
muchos nunca sabrán que el mismo Diosvive en ellos, aguardando ser palabra.
Si no me siento imagen de Dios,aunque crea seguirle con mi vida,
deberé salvar las circunstanciasque me impiden ser el Dios que en mi habita.


martes, 20 de marzo de 2012

"¿Quieres quedar sano?"

Un ratito de Evangelio. Cuarto martes de Cuaresma.
Evangelio: Juan 5,1-3.5-16


En aquel tiempo, se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Hay en Jerusalén, junto a la puerta de las ovejas, una piscina que llaman en hebreo Betesda. Ésta tiene cinco soportales, y allí estaban echados muchos enfermos, ciegos, cojos, paralíticos. Estaba también allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo. Jesús, al verlo echado, y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo, le dice: "¿Quieres quedar sano?" El enfermo le contestó: "Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua; para cuando llego yo, otro se me ha adelantado." Jesús le dice: "Levántate, toma tu camilla y echa a andar." Y al momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar.

Aquel día era sábado, y los judíos dijeron al hombre que había quedado sano: "Hoy es sábado, y no se puede llevar la camilla." El les contestó: "El que me ha curado es quien me ha dicho: Toma tu camilla y echa a andar." Ellos le preguntaron: "¿Quién es el que te ha dicho que tomes la camilla y eches a andar?" Pero el que había quedado sano no sabía quién era, porque Jesús, aprovechando el barullo de aquel sitio, se había alejado. Más tarde lo encuentra Jesús en el templo y le dice: "Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor." Se marchó aquel hombre y dijo a los judíos que era Jesús quien lo había sanado. Por esto los judíos acosaban a Jesús, porque hacía tales cosas en sábado.

REFLEXIÓN

Podemos ver dos temas principales en el texto de hoy. De un lado, la prioridad de las personas por encima de la Ley, y, de otro, la confianza en Jesús y el hacer a la persona protagonista de su cambio.

Jesús se compadece de un hombre que llevaba demasiado tiempo sufriendo y que tenía dificultades para curarse. Pero antes de actuar, pide su participación: ¿Quieres quedar sano? En esta pregunta se encierran dos cuestiones fundamentales: 1- la persona que sufre tiene que querer cambiar y ser protagonista de su propio cambio. 2- para empezar a caminar tiene que confiar en quien le ofrece ayuda.

Ambas situaciones se suceden en el texto bíblico, porque Jesús le anima levantarse, y el hombre, confiando en Él, es quien tiene que ponerse de pie, coger su camilla y andar. Jesús no actúa de una manera paternalista, sino que anima a la persona, le devuelve la confianza, y hace que sea ella quien evolucione.

Todo esto ocurre en sábado, cuando estaba prohibido curar según una interpretación rígida de la Ley. Jesús antepone las personas a la Ley. Las normas (civiles y religiosas) que alienan a las personas, que contribuyen a dejarlas sin poder levantarse por muchos años, son injustas y van contra el mensaje cristiano. La mejor interpretación de la norma es desde el corazón, el sentido común y la justicia, especialmente con los más desfavorecidos.

Para terminar, una historieta de Anthony de Mello, en su libro La Oración de la Rana, 2, que nos cuenta que los protagonistas de su historia, y de su cambio, son las personas a las que ayudamos, no nosotros.

Historieta:Dice la historia que se declaró un incendio en una casa en la que había un hombre profundamente dormido.

Trataron de sacarlo por una ventana, pero en vano. Luego intentaron sacarlo por la puerta, pero sin éxito. No había modo, porque el tipo estaba demasiado gordo y pesado.

Todo el mundo estaba casi desesperado, hasta que alguien sugirió: “¿Por qué no lo despertamos y sale él por su propio pie?”

Sólo los que duermen y los niños necesitan ser cuidados.
¡Haz que despierten! ¡O que crezcan!

lunes, 19 de marzo de 2012

"Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados"

Un ratito de Evangelio: cuarto lunes de Cuaresma - San José
Evangelio: Lucas 2,41-51a


Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua. Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres. Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca.

A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba. Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: "Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados." Él les contestó: "¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?" Pero ellos no comprendieron lo que quería decir. Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad.

REFLEXIÓN

San José es el patrono del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, y, por tanto, es muy significativo para todos los que formamos parte de la familia lasaliana.

Le robo hoy a Manuel Rosa, delegado de Pastoral de Buen Pastor, la reflexión que ha preparado para los alumnos, y que nos puede servir a nosotros.

- San José es el mayor de los santos, sólo precedido en importancia por la Stma. Virgen María.

- Sus principales virtudes aparecen en la Sagrada Escritura: es un hombre justo, que cumple la voluntad de
Dios y diligente en el cuidado de Jesús. No se escandaliza por el embarazo sobrenatural de María, sino que la acepta y la acoge. Es hombre de profunda fe, que ve en María la acción del Espíritu Santo. Protege a su
familia en toda circunstancia adversa.

- Se le llama “padre putativo” (P.P.) de Jesús: no era su padre biológico, pero actuó como tal durante su vida, dándole todo su amor; por eso al que tiene el nombre de «José» se le llama «Pepe».

- Pío IX lo proclamó en 1870 Patrón de la Iglesia Católica. También es patrono de los seminarios y del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, por la especial devoción que le tenía S. Juan Bautista de la Salle.

- Juan Pablo II escribió en 1989 la exhortación apostólica Redemptoris Custos, sobre la figura y la misión de San José en la vida de Cristo y de la Iglesia.

- Si quieres saber más sobre San José puedes consultar la siguiente página web: http://www.redemptoriscustos.org

Interpelando mi vida:
¿Qué cualidades de San José tengo? ¿Cuál me falta?
¿Tengo mucha fe en Dios? Si no es así, ¿rezo para que el Señor me la dé?
¿Respeto y obedezco a mi padre, igual que Jesús lo hacía con San José? ¿Me doy cuenta de que quiere
lo mejor para mí?

Compromiso:

Imita una virtud de San José.

Oración:

San José, protector de los colegios lasalianos,
modelo y guía de las familias cristianas:
Te rogamos que nos ayudes a acoger a Jesús.
Haz reinar en nuestra escuela y en nuestra familia
el espíritu de fe y de fidelidad a la Palabra de Dios.
Dígnate velar sobre todos nuestros intereses,
para que no sean egoístas.
Ruega al Señor Jesús por todos nosotros
y que su Espíritu bendiga nuestras casas.
Otorga la paz a la familia
y un verdadero amor entre sus miembros.
Concede a todos los que forman nuestra familia
y a todas las familias de la tierra
la gracia de vivir el espíritu cristiano.
Amén.