miércoles, 28 de marzo de 2012

"Si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres"

Un ratito de Evangelio: Quinto miércoles de Cuaresma

Evangelio: Juan 8,31-42

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos que habían creído en él: "Si os mantenéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres." Le replicaron: "Somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: "Seréis libres"?" Jesús les contestó: "Os aseguro que quien comete pecado es esclavo. El esclavo no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre. Y si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres. Ya sé que sois linaje de Abrahán; sin embargo, tratáis de matarme, porque no dais cabida a mis palabras. Yo hablo de lo que he visto junto a mi Padre, pero vosotros hacéis lo que le habéis oído a vuestro padre."

Ellos replicaron: "Nuestro padre es Abrahán." Jesús les dijo: "Si fuerais hijos de Abrahán, haríais lo que hizo Abrahán. Sin embargo, tratáis de matarme a mí, que os he hablado de la verdad que le escuché a Dios, y eso no lo hizo Abrahán. Vosotros hacéis lo que hace vuestro padre." Le replicaron: "Nosotros no somos hijos de prostitutas; tenemos un solo padre: Dios." Jesús les contestó: "Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais, porque yo salí de Dios, y aquí estoy. Pues no he venido por mi cuenta, sino que él me envió."

REFLEXIÓN

El mayor deseo de Dios es que los hombres y mujeres seamos felices. Y para eso tenemos que ser libres. ¿Pero libres de qué si aquí está abolida la esclavitud, si nosotros somos nuestros dueños? (es lo mismo que le preguntan a Jesús en el evangelio) Quizá no somos conscientes (o no queremos serlo) de que hay muchas cosas que nos esclavizan, que nos impiden ser nosotros mismos, que nos hacen estar siempre más pendiente de lo que no tenemos que de la vida que nos ha tocado, que nos impiden entregarnos al otro, que nos impiden reconocer a Dios en las cosas sencillas... Para revelarnos eso, para cortar nuestras cadenas desde el AMOR, vino Jesús.

Por eso, quien se deja liberar, y es fiel a la Verdad (que es Jesús), siente siempre la alegría de vivir.

No hay comentarios: