Lo mejor de todo es que Abraham no sabe a dónde va (mejor dicho, a dónde lo llevan), ni cuánto tardará, ni qué encontrará. Simplemente se fía de lo que ese Dios, que por el camino se comprometerá con él a ser su Dios, su portección y su fuerza, quiera hacer con él.
Tan simple, y tan difícil. Eso es la verdadera fe. Ponerse en manos de Dios, entregarse a Él, y dejarse llevar.
En eso están pensando ahora mis "niñas" de Discernimiento. En si están dispuestas a salir de su tierra; en si Dios les promete algo; y qué respuesta están dispuestas a darle.
Tan simple y tan difícil... salir de nuestra tierra y dejar que Dios guíe nuestra vida...
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1 comentario:
"Cuando vaya a otro lugar, tendré Señor que abandonar a mi familia, a mis amigos por seguirte..." Como la canción, todos debemos de abandonar el "nido", pero nunca alejarnos ni olvidar de las "pajas" que fueron nuestra casa.
Salir de la tierra es difícil y más lo es seguir a Jesús fuera de ella. Pero tenemos la suerte de tener a personas cercanas que nos recuerdan cada día quiénes somos, de dónde venimos, y con quién vamos :)
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